Un estudio realizado por expertos de la Emory University de Atlanta ha conseguido desvelar que los perros prefieren antes a los seres humanos que a su propia especie. No solo sienten devoción por las personas sino que saben interpretar los estados de ánimo de los humanos.
Para realizar este experimento, los científicos se basaron en ensayos de imágenes por resonancia magnética funcional, permitiendo analizar los impulsos naturales de los canes al oler a los seres humanos y los impulsos que sentían al oler a otro perro.
El resultado fue claro: los perros prefieren el olor de un ser humano antes que cualquier otro olor.
Esta misma investigación concluyó que es cierto que los perros sean capaces de comprender el estado de ánimo de las personas. Esto es así debido a que tanto las personas como los canes activan la misma zona cerebral que se encarga de la actividad auditiva cuando se trata de sonidos emocionalmente sobrecargados. En otras palabras: comprenden el significado de los suspiros, las lágrimas, las carcajadas y los ritmos de respiración elevados, por lo tanto son perfectamente conscientes cuando estamos felices y cuando no pasamos por nuestro mejor momento.
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