domingo, 25 de mayo de 2014

Los Yacos o loro gris de cola roja

Seguro que aunque no sepas exactamente el nombre de este loro, solo al ver la fotografía te ha resultado familiar. Estamos ante el loro gris de cola roja o también conocido como yaco, un loro muy común en muchos hogares del mundo.



Su nombre describe perfectamente su aspecto: a excepción de la cola que es de color rojo, tiene el cuerpo cubierto de plumas con distintas tonalidades de gris.
Se trata de un loro al que rapidamente se le coge cariño. Siempre está pensando. Cuidar a un yaco es más parecido a tratar con un niño que con una mascota, demanda atención las 24 horas del día. Su extrema inteligencia y sensibilidad le lleva fácilmente a la depresión si no es correspondido. Responden bien a la psicología infantil, pero los loros grises no son niños: son animales inteligentes y salvajes que han sido sacados de su ambiente natural y que necesitan que se les enseñe a ser una buena compañía.




Los loros grises se hacen sexualmente maduros o adultos a partir de los 4 o 5 años y es a partir de esa edad cuando ya pueden reproducirse. Un dato curioso a tener en cuenta es que crían antes los loros criados a mano que los de origen salvaje.

Un yaco criado a mano y acostumbrado al trato con personas desde muy pequeñito empieza a decir las palabras que oye asiduamente, el típico “hola” y “guapo/a” alrededor de los 4 meses, aunque sobre todo lo que antes emiten son melodías a través de silbidos, ya que las palabras las perciben como notas musicales y luego las van vocalizando hasta que perfeccionan la voz.


Los yacos tienen una enorme habilidad para captar nuestros pensamientos, sentimientos, estados de ánimo y energía, y nos obligan a enfrentarnos a nosotros mismos porque en su comportamiento reflejan lo que nos pasa dentro. Es un ave bastante longeva que puede llegar a vivir hasta 60 años, por lo que si decides adoptar un yaco debes saber que seguramente será tu fiel compañero el resto de tu vida.


























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